El Dúo del Beat

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Por: Adaly Seda y Teresa Cardona

 

Reunidos en el estudio grabando, cambiando letras, haciendo chanteos, colaborando con otros colegas y poniéndole ritmo a la calle, es lo que ha hecho NottyPlay por los pasados 20 años. Su trayectoria empieza a los 17 años de edad cuando todavía cursaban la escuela superior y el reggaetón se apoderaba de la calle. Entre caminos bifurcados siempre llegan a su origen, que los espera pacientemente. Como por obligación divina, se vuelven a encontrar estos hijos pródigos del reggaeton, quienes vuelven a juntarse para dejar claro que no son los hijos, sino más bien los papás.

 

Miguel Oscar Pabón es Notty. Nació y creció en Loíza. El rap, el dancehall, el reggae, y el hip hop le mostraron la capacidad de creación que tiene el beat. Además de la música que escuchó en la calle, reconoce que sus padres aportaron en distintas etapas y experiencias a lo que forman hoy al artista. Su padre fue productor de WIPR hasta que se retiró y su madre fue una ejecutiva de AEELA. Tras el divorcio de sus padres se mudó de barrio. Sin embargo, y aún llegando a vivir tan lejos como  Estados Unidos, siempre encontró el momento para llegar a la Capital de la Tradición, Loíza. Donde experimentó por primera vez los procesos de escritura y voz en el pequeño estudio en el que su hermano le tiraba la pista. Puma, como lo conocían para ese entonces, era seguido por muchos en el mundo del hip hop por cantar el rap más crudo.

 

En su adolescencia regresó definitivamente a la isla y recuerda que escuchó el clásico “Llamo collect a mi amiga Janet” de Falo. Por fin vislumbra la posibilidad de utilizar su talento para cantar y convertirlo en una realidad profesional. Proyecto en mano, una meta en su cabeza y cantando a la menor provocación, llegó a los oídos indicados: su vecino era el sobrino de DJ Nelson. El tío, tan emblemático como quienes le adjudican inventó el nombre del género que todavía hoy seguimos llamando reggaeton, estaba haciendo pistas y buscaba quien pudiera cantar sobre ellas. Casi ná.

 

Mientras Notty marcaba el beat en la costa noreste del país, Miguel Ángel Rodríguez, mejor conocido como Miguel Play, crecía con su abuela y su padre en el barrio de Canteras. El segundo participaba en las batallas de improvisación en el patio de la escuela, y, tan afortunado como el primero, llegó a ser escuchado por la gente correcta, su compañero de clases y cuñado de DJ Playero. Escéptico ante la invitación de encontrarse con el productor con quien debutó Daddy Yankee y de una discografía que iría definiendo lo que sería el reggaetón en la próxima década, Miguel Play se sentó en el carro de Playero y le dijo que no sabía escribir. Playero, oídos sordos, se lo llevó al estudio. Lo demás es historia. O disco, en este caso.

 

Los tocayos reconocen que sus familas son importantes en su actividad musical y profesional. También coinciden al validar los procesos de escrituras como componente integral en la producción. No importa si su destino final sea el cassette o el mp3. Notty comenta que es Miguel Play quien pone el pie forzado, y que él mismo aprendió a descifrar el beat y a seguir línea del segundo: “…nunca le hago un desbalance”. Miguel Play habla sobre las influencias de la salsa y la bohemia, donde los “sentimientos y los colores de las situaciones” se le hacen más entendibles.


Loíza y Cantera se vuelven a juntar en el dúo NottyPlay con el nuevo sencillo Tentación. Prometen un trabajo más maduro y ambicioso. Aunque este tema lo escucharé en iTunes y no en el próximo cassette que me compre en Plaza, mis esperanzas de pasar por la experiencia musical y de bailoteo a las que estoy acostumbrada vuelven cuando Notty añade que “las influencias no vienen de lo que está pegao, sino de lo clásico”. Porque los papás volvieron a casa.

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