INTERsección Musical

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Por: Teresa Cardona

 

Distintas influencias, distintas visiones de su propio trabajo y, a la hora de entrevistarlos, distinta ropa y modos de expresión. Sin embargo comparten una misma meta; hacer música. “Bueno, por ella vivo” Keytel.

Keytel, nacido y criado en Santurce, trabaja el rap y el trap desde hace años. Aún así, no se identifica con un género en específico, y destaca por encima de cualquier otro atributo a su trabajo, su fusión con la banda Los Huéspedes desde hace algo más de un año y pocos meses. Dennis Rivera, de Hato Rey, quien cursa una carrera en el Departamento de Música de la Universidad Interamericana con los demás integrantes de la banda, nos contó sobre la necesidad que siente de llevar un mensaje que se pueda escuchar y su flexibilidad para llevarlo desde cualquier rincón musical, sea salsa o rock, entre otros. Y es que se hace notar cuando suelta su pelo largo, y dentro de su vestimenta típica del rocanrol se asoman algunos dreadlocks como evidencia del reggae que dejó su marca en él. El primero añora una crítica de Juan Luis Guerra y el segundo disfruta ver el lado humano de los artistas por las redes sociales para aprender de sus modos de trabajo.

Además de la congruencia de su trabajo en sí, Keytel y Los Huéspedes coinciden cuando de público se habla. Ambos quieren alcanzar y endulzar el oído del mundo sin ningún tipo de discrimen. A lo que me lleva a reflexionar sobre las posibilidades de que quienes se encuentren, pese a diferencias y favoritismos, puedan entenderse en y para la música. Que las distintas formaciones de ambos es lo que logra precisamente que exista ese diálogo entre su diversidad musical y la hace tan interesante.

El elemento colectivo siempre está presente y cada miembro es tan importante como el anterior. Dennis comienza el proceso de escritura y composición en la comodidad de su hogar, pero sin los demás huéspedes esa canción no está terminada. Keytel muy pocas veces mencionó su nombre sin mencionar a quien lo acompaña y le colabora desde años, Robert “Menor”, y a quien se refiere como su hermano. Entonces, ¿cómo llegamos aquí y cuál es la fórmula secreta? Esta escritora concluye que la necesidad y el deseo son la esencia. Que Keytel conoce por su familia dominicana sobre los freestaleros y las competencias de improvisación que se dan en los barrios del país de su madre, y Los Huéspedes teorizan, ensayan y estudian sobre influencias clásicas y modernas de grandes compositores. Y que su salón de ensayos en la Universidad Interamericana se presta para un mundo de posibilidades, un laboratorio musical donde no hay diferencias profundas entre el estudiante matriculado y el que no, abanicos de posibilidades se agrandan, en donde Keytel se convierte en parte fundamental de la educación de la banda, la Interamericana pasa de ser un salón a formar parte de la narrativa de todos por igual y se hace imposible no pensar en llegar a oídos de todos en un futuro.

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