TAMBORES siempre CALIENTES

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Por: Teresa Cardona

En Loíza no sólo están calientes sus playas, sus tambores también. “Si vas a hacer algo, hazlo bien”, dicta Marcos Peñaloza, fundador, director, percusionista y corista de Tambores Calientes. Si es verdad que las oportunidades se deben buscar, de cuero y madera está hecho el tambor, tanto como Marcos se dedica a experimentar y fusionar las posibilidades dentro del género de la bomba desde que recibió su primer bongó.

Natural del pueblo de Loíza, tuvo su primer encuentro cercano con la percusión tocando la batería para la Iglesia Pentecostal de su comunidad. Lo que constituía su primer acto de rebeldía de adolescente serían sus visitas a los bombazos en el barrio Las Carreras. Aquí le ofrecieron su primer break para tocar, cuando todavía el respeto al tambor imperaba y no sabía que las manos dolían cuando se ensaya todos los días. Adquiriendo experiencias con Ángel Mojica “Martillo”, Efrén Canales, José Manuelli y Eliut Martínez, Marcos formó parte del grupo Los Parranderos de Loíza convirtiéndose en coordinador del grupo y cobrando por guiso por primera vez.

Tambores Calientes fue primero el nombre del festival anual de bomba que Marcos producía. Fue cuando tocaba la percusión para Tego Calderón que decide junto a Harold Hopkins, bajista de PUYA, llevar el nombre a un grupo que fusionara la bomba con el rock. Un género nuevo de bomba rock merecía entrar al espacio de la discotecas, y así lo lograron comenzando por La Respuesta en Santurce. Años más tarde volvió a su bomba tradicional al ritmo de las maracas, los tambores y el cuá; volver al toque de bomba de todos los días en Loíza.

Emulando el éxito de Maelo y Cortijo con la plena, el bombero retoma su experimentación con la bomba tomando el baile en cuenta y añadiendo los elementos de la salsa, el viento y las cuerdas. Los bailadores se amedrentan con el Seis Corrido de Loíza, pero Tambores Calientes te la pone fácil y “te da a beber el café con leche”, dice. Si bien Marcos ha viajado con otros artistas por todo Latinoamérica, su orgullo más grande recae en el recuerdo del viaje a Filadelfia y la oportunidad de presentar La Nueva Receta. El álbum que grabaron a “pulmón récord, y en donde todo el mundo trajo algo para el sopón”.

Líder comunitario y guía turístico en su pueblo natal. Ofrece tours a quienes visitan su costa desde lejos y cierra la gira con una clase de música típica. El batey en Puerto Rico es grande, y Marcos procura ser tan pedagógicamente responsable como para educar sobre los diferentes estilos de bomba del país. Sin embargo, hay tambores por toda la isla, pero de Loíza son los Tambores Calientes.

 

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