Por: Natalia Merced
“Siempre tuve la cosquilla por dentro. Siempre, siempre. El meneíllo, el baile, la música. Lo tengo por dentro.” Se podría decir que María Cotto nació para la música. Su padre, Charlie Cotto, fue el timbalero de Richie Ray y Bobby Cruz, tocó con Eddie Palmieri durante 17 años y fue el primer artista que conoció.
Su casa fue su escuela, constantemente se escuchaba salsa gorda y con su hermano y hermanas improvisaba rap. La pista la hacían con las manos, mientras daban cantazos contra la pared y se envolvían en el juego de la rima y el sonido. Gracias al pasatiempo familiar fue que María se dio cuenta que tenía talento para la música. Sin embargo, no veía una carrera en el rap y se enfocó en la actuación.
Años después, La Cotto se integra al grupo callejero Jóvenes del 98, dirigido por Maritza Pérez y comienza a crear. “En unos ejercicios, nos pusieron a escribir rap y eso me salió a la patá. El rap es una historia y yo soy actriz, ya yo tenía el background y la fuerza de actuación, que hay mucho libreto. El actor, por lo regular, se le hace fácil escribir porque tiene mucha letra por dentro. Combinar la letra con la música, ya yo tenía esas dos so fue un poco ponerlo en función. A mí me salió muy fácil.”
Más adelante, durante la huelga de la Universidad de Puerto Rico en el 2010, la actriz comienza a escribir canciones y, en un abrir y cerrar de ojos, estaba interpretándolas en una tarima frente al estudiantado. “Cada vez que en la huelga había uno que otro party, pues yo rapeaba y la gente empezó a aprendérselas [las canciones].”
En el 2011, los muñequitos cambiaron. La rapera se mudó a Nueva York y dejó su libreta de canciones en Puerto Rico. Decidió empezar desde cero y enfocarse plenamente en su actuación.
No se tardó mucho en regresar al arte que la llama. Varios años dentro de su carrera actoral, no pudo negar la necesidad de volver a crear música.
“La actuación es mi fuerte pero la música es lo más puro que yo tengo, no se compara. La música es lo que está atado, la música está en mis venas. Con la música yo no te puedo engañar, ni a ti ni a mí. La música, para mí, es lo máximo y es una bendición yo poder compartir lo más vulnerable de mi existencia. La música es todo. Además que la música me conecta con mi papá, y de donde yo vengo cuando estoy en la música. La música es otra cosa, es una divinidad.”
Comenzó grabando un video en donde baila en zancos a Pussy Control de Zuzuka Poderosa, Nego Mozambique featuring Amy Douglas. En el video, Mila Cotto es sexy, colorida, errática, juguetona y, también demuestra su flexibilidad y habilidad con los zancos. No es sorpresa que rápidamente haya capturado la atención de un productor.
Por razones fuera de su control, la colaboración con el productor no rindió frutos. No obstante, La Cotto no se rinde tan fácil. Decide contactar a otro productor que la había entrevistado y le comunica que tiene una canción escrita para grabar.
Al reunirse con el productor, rápidamente producen una pista. Sin embargo, al escucharla se da cuenta que no es el beat para la canción que tenía escrita. Esta producción comienza con timbales y, tan pronto los escuchó, supo que el destino le pedía que escribiera sobre su padre. Así nació su primer sencillo: Noche Feliz.
“La conexión que yo tuve con mi papá es la conexión más grande que yo he tenido con un ser humano.” En Noche Feliz, Charlie Cotto revive y se vuelve sublime.
“Con el arte uno puede hacer de todo. Con el arte tú le haces el amor a alguien, con el arte tú matas, con el arte tú revives. El arte es lo más brujo, lo más mágico que hay. Lo más hermoso.”
Su segundo sencillo, Película de Acción, fue otra historia. El primer productor que la contactó, le enseñó una pista y lo primero que la rapera pensó fue “Wow! It’s like an action movie!” y de ahí surgió su nombre. La letra de la canción cobró vida en un laundromat de la ciudad de Nueva York, luego de darle cabeza por varias semanas al asunto. Sin embargo, al ocurrir el cambio de productor, la pista original se perdió y tomó varios intentos conseguir la correcta.
Con dos meses de embarazo y la Gran Manzana en pleno invierno, La Cotto hizo su shooting para el lanzamiento de Película de Acción.
Película de Acción irradia poder femenino y bad-assness. Es La Cotto diciéndonos que no nos metamos con ella, porque no le tiene miedo a nada ni nadie. Es una mujerona afroboricua segura de sí misma que se enfrenta al mundo en los nuyores.
“Yo me siento especial, me siento que tengo un regalo que no todo el mundo tiene. Tengo el regalo de las artes, tengo la gracia del Caribe. Tengo mi preparación, tengo ganas. Soy mujer, que es lo más grande que le puede pasar a un ser humano. Tengo mi pelo rizo, grande, natural y no tengo ningún complejo. Nunca lo tuve. ¡ME SIENTO RICA Y SABROSA! Me siento empoderada y también significa, para mí, que tengo una responsabilidad. De alguna manera, yo siento que estoy representando un país. Estoy representando una latina, caribeña, una negra y una puertorriqueña.”
La Cotto me dejó saber que ya está trabajando en su tercer sencillo y que espera lanzarlo este verano. Tiene visiones ambiciosas de su carrera artística y se proyecta desarrollando todas las facetas de su arte a lo largo de los años. Su meta: ser un ícono.
“Yo me veo haciendo de todo y todo es todo. Todo significa que yo voy a hacer lo que nadie puede hacer en zancos y nadie ha hecho. Yo lo puedo hacer todo, ese es mi problema y mi virtud. Ese mi legado. Para bien o para mal, tengo demasiados talentos y eso es lo que quiero dejar. Quiero pelear por todos mis talentos. Yo sé lo que tengo por dentro. Millie Cotto va ser muy exitosa. Está La Cotto que es la que rapea, Mila Cotto que baila en los zancos y María Cotto que es la actriz y es la que lo hace todo. Me toca a mí. Yo voy a lograr lo que yo quiero pero no voy a morirme haciendo un solo arte porque no nací para eso. María Cotto quiere ser un ícono para ser recordada para siempre.”
