Por Teresa Cardona
En el barrio Buen Consejo se reúnen para experimentar nuevas letras Randy, Francis y Ronaldo y en la tarima de La Respuesta pude verlos en vivo. Guiados por el pie forzao que tiraba su maestro detrás de las cortinas, fui testigo de su dedicación, destrezas y entrenamiento para la improvisación.
Muchas maneras de llamarle; mentor, maestro, padrino. Pero sólo una consigna; aconsejar, orientar y dirigir en la vocación del músico aspirante. Con experiencia en la cultura musical y dispuesto a apoyar artistas emergentes en la nueva manera de hacer música. Esa persona en la que confía su pupilo para aprender sobre sus fortalezas y, sobre todo, los retos que podría encontrar en su camino profesional. El mentor que tiene el ojo de ver el potencial y reconocer ambos, talento y ganas.
De esta manera y sin saberlo llega el rapero/MC puertorriqueño Welmo a mediados del 2016 al barrio Buen Consejo. Con su propuesta bajo el brazo y su talento al bolsillo listo para impartir talleres de escritura creativa. No obstante, es inseparable sacar al músico de su área de especialidad; las pistas llegaron para poder trabajar sobre ellas y en un futuro cercano poder a grabar en el estudio.
La comunidad lo recibe con varios pupilos que compartían el gusto por el rap, entre ellos el trío dominicano que ya había presentado su mambo Xenofobia en la UPR de Río Piedras, grabado esa misma canción en un estudio a modo casi de improvisación y algunas clases de música en la escuela superior en la que estudiaron juntos, en donde practicar con una guitarra era cuestión de suerte.
El proceso comienza desde que su maestro envía la consigna, buscan información sobre el tema, se preparan para discutirlo al otro día y una vez reunidos trabajan sobre la pista para la creación de una canción que cubra con las indicaciones de Welmo y los propios intereses musicales de los participantes. En otras palabras, aquí no sólo estamos tratando con un simple proceso de rima y ritmo, aquí se envuelven con profundidad al análisis y la reflexión obteniendo un ciclo educativo completo y perfectamente redondo. El resultado: un autor informado que rapea y liriquea contundentemente sobre la realidad que todavía algunos desconocemos.
Los tres dominicanos. Según ellos mismos se describen; Randy, en la letra concisa, Ronaldo con el liriqueo y Francis con la explosividad que llevan a formar al rapero perfecto que esperamos ver en la tarima. Sin Welmo, difícil que hubiese sucedido. Son las circunstancias, los resultados de estos últimos meses y, sobre todo, su mentor factores primordiales para que los tres añadan la escritura y la música como componentes integrales de su quehacer diario.